04 Nov
04Nov


Las paradas de seguridad, realizadas a poca profundidad, son práctica corriente en nuestro deporte. Son la materialización de esa ide de que vale más prevenir que curar.
Cuando realizamos buceadas con descompresión también existe algo parecido, aunque no lo llamamos paradas de seguridad, y que es la extensión de la última parada de descompresión, generalmente a 3 metros o 10 pies, o la realización de una parada extra a esa profundidad.
La idea de fondo es que a pesar de que se bucee dentro de los límites de no descompresión, o de que ya se haya cumplido con las penalidades de descompresión que el perfil de la buceada en curso requiera, es buena práctica tomarse unos minutos a poca profundidad para ayudar a la buena suerte y curarse en salud.
Después de todo, el tomarse unos minutos extra a menos de 9 metros o 30 pies no provocará la absorción de gases inertes que deban ser eliminados antes de salir a la superficie; al menos según Haldane y Workman [1].

Pero en realidad las paradas de seguridad son más que una buena idea. Existe evidencia empírica [2] que incentiva su puesta en práctica. No es ya una simple recomendación que el buzo debe evaluar a su antojo y dependiendo de lo apurado que esté. Sino que son un sabio proceder que debería ser tomado casi como obligatorio por todos los buceadores, en toda buceada que no sea extremadamente llana y extremadamente corta. Sobre todo si la buceada en cuestión es parte de una serie de buceadas en un mismo día o en días sucesivos.

De acuerdo con DAN [3], buceadas dentro de los límites recreativos presentan una ocurrencia de enfermedad de descompresión de alrededor de 20 por cada 10 mil buceadores [4] al año, para el período 2000 - 2007. Puede parecernos una cifra muy pequeña, pero 10 mil buceadas no son tantas; ¿cuantos buzos hay buceando en cualquier día del año? ¿500? ¿1000? ¿5000? ¿10000? ¿Más? Muchos participan en juegos de azar con probabilidades mucho menores y aún así tienen la esperanza de poder ganar; bueno, en éste juego del buceo recreativo seguramente no queremos obtener el primer premio de un embolismo cerebral.

Tampoco son la cura a ejecutar un mal proceso de descompresión. Si un buzo se saltea 20 minutos de descompresión a 9 metros o 30 pies de profundidad, las paradas de seguridad, tal y como se las define, le servirán de muy poco. Pero si ejecuta adecuadamente el perfil de descompresión que le corresponda, o si se trata de una buceada dentro de los límites de no descompresión, las paradas de seguridad aportarán sus buenos granitos de arena.
Sabemos que existen múltiples factores que afectan la ocurrencia de la enfermedad de descompresión en una buceada dada. Muchos son conocidos, otros están en duda, otros son motivo de controversias. Pero todos ellos se aglutinan detrás de lo que para esa buceada en concreto podemos llamar la causa última de poder sufrir la enfermedad de descompresión: no hacer suficiente descompresión [5].

Por otro lado también es cierto que las ventajas de tales paradas de seguridad se centran en lo relativo a la formación de lo que se denomina burbujas silenciosas, es decir, asintomáticas, sin síntomas de enfermedad de descompresión. Mark Powell [6], en su libro Deco For Divers, hace referencia a resultados de un estudio que arrojan como conclusión que realizar dos paradas de seguridad, 1 minuto a 6 metros (20 pies) y 4 minutos a 3 metros (10 pies) reduce a cero el número de burbujas silenciosas en tan solo 45 minutos luego de finalizada la buceada. Creo que invertir esos 5 minutos en paradas de seguridad bien vale la pena, sobre todo en buceadas repetitivas o en aquellas que de alguna manera puedan ser catalogadas como agresivas.



___________________
[1] John Scott Haldane, el padre, por así decirlo, de las modernas teorías de descompresión, dedujo que nuestros cuerpos pueden manejar sin mayores problemas presiones atmosféricas de hasta 2 atmósferas, por lo cual quedarse vagando a profundidades de 10 metros o 33 pies, o menos no debería afectarnos, en lo que respecta a la absorción de nitrógeno que nuestros tejidos sufran. Robert Workman corrigió un detalle de tal afirmación, considerando exclusivamente la presión parcial del nitrógeno, lo que cambia la afirmación de 2 atmósferas a 1,58 atmósferas, pero ahora de presión parcial de nitrógeno, que con aire en el tanque sigue correspondiendo a 10 metros o 33 pies de profundidad.
[2] Mark Powell, Deco for Divers, capítulo 2, página 50.
[3] DAN, Divers Alert Network, www.dan.org, es una organización de buceadores recreativos que provee asistencia médica y promueve la seguridad en el buceo. Si no la conoce déle una mirada.
[4] Alert Diver Online, enfermedad de descompresión entre miembros de DAN, artículo de Petar Denoble y otros, https://www.researchgate.net/profile/Petar-Denoble/publication/225276914_Per-capita_claims_rates_for_decompression_sickness_among_insured_Divers_Alert_Network_members/links/02e7e533f2370dc7c9000000/Per-capita-claims-rates-for-decompression-sickness-among-insured-Divers-Alert-Network-members.pdf
[5] La descompresión que tine planeada ¿será suficiente?, https://www.elbuceonuestrodecadadia.com/descompresi%C3%B3n/la-descompresi%C3%B3n-que-tiene-planeada-ser%C3%A1-suficiente 
[6] Mark Powell, www.tdisdi.com/mark-powell.